Solución a la problemática de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Como estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos me siento muy triste y descontento por los acontecimientos que se han suscitado desde el inicio del proceso electoral hasta la fecha en el cual hemos apreciado el lamentable estado tanto institucional como gubernamental en el que se encuentra nuestra facultad.

Me siento incómodo describiendo lo que, desde mi humilde ubicación como estudiante, he podido apreciar. Lamento infinitamente la carencia de seriedad y el desgobierno en el cual ha caído envuelta nuestra facultad en estos últimos años. No es de sorprender la actitud de nuestras autoridades cuando existen intereses personales en juego.

Sin embargo, y pese a lo complicado del asunto no es necesario darle muchas vueltas para entender los hechos pues estos se dieron como causalidad del sistema en el cual se basa la organización tanto normativa como institucional. Creo que este sistema se comporta como una traba para desarrollar a la facultad y lograr su consolidación como centro de enseñanza e investigación de alta calidad.

Me imagino a este sistema como una jaula en la cual encerramos a unos cuantos grupos de gorilas. Como sabemos un (o varios) grupo de ellos va a tener mayor poder sobre los otros en cuanto al alimento dado que este es escaso. Sin embargo puede ocurrir que los otros grupos subyugados quieran apoderarse del alimento y tener el control. Se puede predecir el comportamiento de los individuos bajo ciertas condiciones o sistemas con normas y leyes, así pues los gorilas iniciarán una lucha por el control e incluso llegarán a matarse por él. Es la ley de la supervivencia.

Encuentro cierta similitud entre mi ejemplo de los gorilas y lo sucedido en la facultad. Los profesores no como los gorilas que por cierto tiempo buscan tener el poder y control. El poder es como el alimento (aunque el poder no es necesario para subsistir) que se pelea para tenerlo y que ocasiona que los grupos políticos planteen “estrategias” para hacer que el enemigo no obtenga el tan ansiado poder.

Desde este punto de vista el sistema da la “libertad” para que los individuos se comporten de manera desleal y traicionera a las causas de todos los alumnos. Entonces se podría decir que la solución sería implantar un sistema de gobierno en donde los individuos tengan incentivos para comportarse de manera ética y con total moralidad. Aunque suena utópico y fácil decirlo pero no imposible de realizarlo (el menos tengo fe y la fe es lo que nunca se pierde).

Seguida a esta primera solución se me vino una frase: “zapatero a su zapato”. La cual lo traduje como: “profesores a enseñar, alumnos a estudiar y administradores públicos a administrar”. En otras palabras creo que los cargos administrativos de la facultad deben ser ocupados por personas que sepan sobre ello, tales como los administradores púbicos. Así los profesores solo se dedicarían a enseñar. Pero acá existe otro problema pues sabemos que el sueldo es bajo y que por tal motivo nuestros profesores paran haciendo huelgas por homologación. Así que por tal motivo se debería recortar la plana docente, prescindiendo de aquellos profesores que no cumplan los requisitos objetivos de buena calidad en la enseñanza. Como causa el sueldo se elevaría para aquellos buenos profesores que quedarían.

Entonces eliminaríamos cuatro problemas: las huelgas por homologación, la mala enseñanza, la falta de incentivos para que vengan buenos profesores y la falta de investigación dado que ahora los profesores van a recibir mejores salarios, así tendrán motivos para iniciar sus propias investigaciones haciendo participar a los alumnos interesados en dichos temas de investigación. Y por la maravillosa oportunidad de poder participar en alguna investigación tendríamos más estímulos para estudiar.

En fin los hechos claves son el sistema en el cual se basa la facultad como institución y la falta de trabajo en equipo. Termino con esta frase: “trabajar en equipo es la correcta distribución y asignación de actividades a los individuos que mejor se desempeñan en ellas, los cuales han tenido que pasar por un proceso de selección llamado meritocracia y que ésta haya sido tan objetiva como la objetividad misma”.